viernes, 17 de agosto de 2007

Estela de un Simposio

Fotos: Yoli

“Hace tiempo que el país no asistía a una exposición tan grande y abarcadora” ha expresado la curadora Noemí Díaz, al referirse a la muestra de escultura de pequeño formato, que por estos días, exhibe el Centro de Arte holguinero en su salón principal.

La exposición, que se inauguró durante el Simposio de Artes Plásticas La ciudad insomne, realizado por primera vez en esta ciudad del 9 al 14 de agosto, se compone de más de 40 piezas, entre las que resaltan Sexy Dance (Talla en madera y base de hierro, 1996) y Corset de talla XL (Aluminio, 1996), ambas de Osneldo García, único premio de Artes Plásticas en escultura, del país. También se destacan cinco piezas de René Negrín, así como el trabajo realizado por otros 18 expositores de la capital y de Las Tunas.

“Esta es una compilación de un alto nivel. No pudieron participar algunos escultores de los más reconocidos por no tener a mano una obra de pequeño formato. Con esas excepciones, aquí se representan desde los muy consagrados, hasta los más jóvenes”, ha apuntado Noemí.

La mayoría de las piezas se crearon en los años 2006 y 2007. Tallado en metal y piedra, aluminio, madera policromada, acero ensamblado, concreto, plástico, hormigón, piedra de capellanía, bronce y mármol dan a la muestra una singular variedad.

El Simposio, y en específico esta exhibición, ha devenido en análisis sobre el hecho de que la escultura de salón en Holguín va en picada. Martín Garrido, curador del Centro de Arte, afirma que se apuesta más por las piezas monumentarias o de tipo ambiental: “la situación está condicionada por la dualidad en que se ve al artista cuando tiene que dividirse entre lo comercial y la verdadera búsqueda estética, la escultura de salón es muy difícil de vender”.

Todo ello ha traído como consecuencia que desaparezca el Premio de Escultura Fausto Cristo, instituido en la década del ’90, por falta de concursantes, y que además los escultores de la provincia sean unos desconocidos para la mayor parte del público.

Noemí comenta que este no es un fenómeno privativo de Holguín, sino de todas las provincias, con excepción de Ciudad de La Habana. Eventos como La ciudad insomne contribuyen a revertir esta situación y aunque este primer encuentro no cumplió las expectativas de sus organizadores, sí propició el intercambio entre los escultores holguineros y los invitados, además de convertirse en un ensayo para el año próximo.

Otras son las problemáticas que se imponen, como es la promoción o la dificultad que supone el transportar las esculturas. Sin embargo, está probado que muy poco resiste a la voluntad del hombre. Fe de ello es esta muestra escultórica que llega desde la capital hasta la ciudad de los parques.